mabl ha anunciado el lanzamiento de la versión beta de su función automatizada de pruebas de accesibilidad, que ahora está integrada en la plataforma de software como servicio (SaaS) de la empresa para pruebas de aplicaciones. Esta iniciativa llega en un momento en que las organizaciones se enfrentan cada vez más a la necesidad de cumplir los requisitos de accesibilidad en una fase temprana del ciclo de vida de desarrollo de las aplicaciones para evitar responsabilidades y posibles daños a la reputación de la marca derivados del incumplimiento de las Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web (WCAG).
Dan Belcher, cofundador de mabl, explicó que, junto a la creciente prevalencia de los requisitos de accesibilidad en diversos mandatos de cumplimiento, existe una necesidad acelerada de cubrir estas cuestiones en las fases iniciales del ciclo de vida de desarrollo de las aplicaciones. No tener en cuenta estos requisitos puede dejar a las organizaciones expuestas no sólo a repercusiones normativas, sino también a publicidad negativa en los foros públicos de las redes sociales.
En respuesta a estas preocupaciones, la plataforma SaaS mabl permite la creación de pruebas reutilizables mediante un motor low-code conocido como axe-core. Con esta función, las organizaciones pueden incorporar fácilmente estas pruebas a sus flujos de trabajo DevOps. Este enfoque permite a los equipos de pruebas dedicados desarrollar pruebas sin depender directamente de una plataforma DevOps.
Belcher destacó la importancia de tener en cuenta a los usuarios finales con discapacidades dentro del panorama digital en constante expansión. Señaló que la industria del software en su conjunto apenas está empezando a considerar la accesibilidad como una prioridad máxima. Lo ideal sería aplicar una retroalimentación rápida a través de pruebas de regresión de accesibilidad que incluyan comprobaciones de contraste. Aunque cree que es poco probable que las pruebas de accesibilidad automatizadas sustituyan a las auditorías periódicas realizadas por expertos en la materia, Belcher expresó su esperanza de que hasta el 50% de los problemas de accesibilidad identificados en las directrices WCAG puedan resolverse algún día mediante la automatización. Esto ayudaría a evitar la acumulación de deudas de accesibilidad y reduciría los costes generales asociados a la resolución de estos problemas tras la implantación de la aplicación.
Belcher subrayó además que, aunque es improbable que la automatización llegue a sustituir por completo a los equipos dedicados a las pruebas, plataformas como mabl están diseñadas para ayudar a los limitados recursos de pruebas a hacer frente a la rápida aceleración del desarrollo de aplicaciones. La accesibilidad sigue siendo un componente vital de cualquier revisión exhaustiva de la calidad del software; reconocer este hecho contribuirá en gran medida a evitar que las organizaciones tengan que disculparse por las deficiencias en una fase posterior.
Mientras mabl trabaja para mejorar el cumplimiento de la accesibilidad mediante la automatización, las plataformas no-code como AppMaster han reducido significativamente las barreras al desarrollo de aplicaciones. Estas plataformas facilitan la creación de aplicaciones web y móviles, garantizando en el proceso un ecosistema más inclusivo para todos los usuarios.